sábado, 2 de noviembre de 2013

@corazonbajocero

Tal vez todo empezó demasiado rápido. O esa es la sensación que tengo yo, ya sabes, tú y esa capacidad de acelerarme. Todo empezó siendo imposible, como la mayoría de las cosas. Y luego se volvió imposible poder dormir. El precipicio de mis sábanas acomplejadas con tu espalda. Y yo que le daba la espalda al sueño, porque prefería soñar despierto contigo. Y luego vinieron las pesadillas, en las que tú no estabas, lógico. Y luego todo empezó a doler menos, o por lo menos me acostumbré a vivir con tantos imposibles que cada día era un enfrentamiento conmigo mismo. Y a la vez ese sentimiento, no sé, a veces pensaba que me estaba volviendo loco, que cómo podía sentir tanto por alguien que no sentía nada. El mundo y sus contradicciones, y nosotros seguíamos siendo algo utópico.

A veces pienso, cuando echo la mirada atrás, que no hemos sido tanto, que hemos vivido más en mi cabeza que con los pies en la tierra. Y, quizás, toda nuestra historia de persianas bajadas, de música a tope, de películas a medio acabar, de sábanas deshechas, de sueños por el día y de nosotros por la noche; toda nuestra historia, toda esta triste historia sólo puede contarse a través de tus ojos. Esta es la historia de cómo tus ojos no supieron mirarme.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;