jueves, 14 de noviembre de 2013

Bucle

¿Por dónde empiezo?

Te lo debo todo. Así, sin más.
El primer golpe. El que más duele.
El que más marca. El que hace madurar.

Saber que todo tiene su recompensa.
Ser capaz de aguantar lo inaguantable sabiendo que habría un final.
Sólo por saber a qué sabe la felicidad completa.

Las primeras confusiones. Las primeras taquicardias.
Las primeras ganas de tirar la toalla.
Es que estrené sentimientos por todo lo alto, ¿verdad?

Sentir que me faltaban muchos tornillos. Pero no los buscaba.
Descubrir que tengo/tenemos una flor en el culo.
La que nos hubiera caído...

Entre realidad y ficción hay una fina línea, mucha gente quiere atravesarla porque creen que al otro lado está lo que más quieren; mentira.
Bueno, sí, por estar, está, el problema es cuando vuelves.
Que todo te parece una puta mierda. Que te estancas.
Que crees que ya no vale la pena intentar nada más, total, no estará a la altura...

Y desde luego que no lo está. Pero ignoras ese hecho y vuelves a rehacer tu vida.
Y parece que lo consigues, aunque haya pequeños altibajos.

Pero siempre queda un remanente.
La fina línea no se acabó de cerrar bien y hay un pequeño rayo de luz que te intenta cegar en cuanto bajas la guardia.
Que te recuerda que nada volverá a ser igual. Que te vas a pasar el resto de tu vida obviando la verdad, por tu propio bien. Porque si no...

Y eso que me mentiste. Y eso que no te tengo en un pedestal.
Y eso que fuiste un cobarde.
Y eso que eres increíblemente maduro a la par que un estúpido adolescente hormonado e irracional.
Pero tengo que reconocer que he aprendido del mejor.
Soy imbécil, visceral, pero al menos los golpes no me duelen tanto (pues menos mal...)

¿Quieres otro defecto?
Has hecho que me tome a la perfección la famosa frase [...] tropezar dos veces con la misma piedra.
¿Dos? Infinitas. Oh, espera, que vuelvo a ser la excepción que confirma la regla.

Si te soy sincera, no sé si darte las gracias o darte un puñetazo.
Gracias por hacerme vivir en aquella nube en la que creía que ambos vivíamos pero realmente estábamos un holograma de ti y mi persona.
O darte un puñetazo por haberme transformado en una persona jodidamente inestable y exigente que no va a llegar a cualquier meta que se proponga; más que nada porque son inalcanzables.
Y como te rías de mí - para variar - y me sueltes un impossible is nothing te la cargas de verdad.

Que hayas cumplido uno de mis sueños no te da derecho a decir que conseguiré todo lo demás. Pues no.
Lo peor de todo es que cuando estoy en problemas pienso: Vale, ¿qué haría él? Seguro que él tomaría la decisión correcta.

Pues de decisión correcta nada. Otra mentira más. Fui yo la que tuvo que mantener la mente fría, ¿o es que ya no lo recuerdas?
Es tu decisión. Yo la respetaré, yo haré lo que tú digas. Vaya puñetazos helados soltabas contra mi estómago chaval.
Una niñata de 15 años con un cerebro y una voluntad tan maleable no puede tomar tales decisiones.
De hecho, yo creía que iba a encontrar más estabilidad. Que me sabrías llevar por el camino correcto.
Un Vaya estupidez, anda niña despierta que tienes muchos pájaros metidos en la cabeza. ¿De verdad creías que iba a fijarme en ti? Sinceramente no tengo ganas de que me peten el culo en la cárcel. Bájate de la nube y deja de fantasear con mayores, vuélvete una zorra como todas las de tu edad, y aunque te conviertas en una persona que no sabe qué es el amor, al menos no te harán tanto daño. Créeme, conocer el amor es precioso y a la par demasiado doloroso. Mejor vivir en la ignorancia. Que te olvides de mí, ¿te ha quedado claro? me hubiera bastado. Y quizás ahora sería más (¡o MENOS!) puta pero no viviría en un agujero negro.
Quería que yo fuera la madurez. Quería sentirse menos culpable.
Quería seguir cagándola sin tantos remordimientos. Quería hacer aquello que no hizo cuando pudo.
Vaya estupidez.

Pero para estúpidos, aquellos que me juzgaron. Y sudé de ellos. Que les den por culo. Fui egoísta. Y lo sigo siendo. Así me ha ido, ¿verdad Nº 2?
¿Ves? Eso es bueno. Te acabas de ganar un minipunto, pero no te emociones.

Los años pasan y sigo resentida.
No, no te asustes, tenía muy claro que nunca habría un futuro prometedor entre nosotros.
Pero, para qué nos vamos a engañar, lo manejamos como el puto culo. Y nos salió bastante bien, fíjate tú lo caprichosa que es la vida. Que nos manipuló como le dio la gana.
Y no hay daños externos. Pero vamos, mi interior está que da asco.


Como si no te hubieras dado cuenta, porque te estoy diciendo que te lo debo todo, te debo lo que soy.
Claro, en la época del pavoncio máximo, cualquier acto me marcaría y fijaría mi forma de actuar. Así pues, viniste en el mejor momento, enderezaste mi futuro, me enseñaste a vivir del amor.

Pero a la par te lo echo todo en cara. Porque dejaste un listón muy alto. Porque, joder, quieras que no, siempre hay una maldita chispa, ese incordio de rayo de luz que aparece de la nada y te recuerda por todo lo que has pasado.

Que no me arrepiento de nada, eso que quede claro.
Sólo es que... me he quedado un poco tocada, con el masoquismo acentuado y con ganas de salir de este pozo (o eso creo).
Daños irreversibles.

Pues como te dije aquel fatídico día, sabíamos que esto iba a acabar pasando.
Sabíamos que íbamos a poner un punto final, o al menos intentarlo. Sabíamos y sabemos que esto nunca acabará, aunque cada uno siga por un camino distinto.

Pero eh, de verdad, gracias por haberme hecho mejor persona.
Gracias por haberme enseñado a querer de la mejor forma: superando los peores obstáculos.
Creo que, gracias a ti y todo lo que has comportado, puedo morir tranquila.

Y, de forma rotunda, te digo que eres la primera y serás la última persona de la que me podría pasar horas escribiendo y nunca acabaría de contar todo lo que has significado en mi vida.

Pues bien, ahora la vida sigue.
Y sí, asústate, porque alguna vez que otra apareces en mi pensamiento.
Más que nada, para intentar dirigir a esta cabecita loca al lugar correcto.

Tenemos un largo camino que recorrer, entonces.

¿Ilusionarme lo justo? Los cojones.
Somos el mayor par de masoquistas jamás habidos y por haber... and this is jackass.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;