domingo, 15 de diciembre de 2013

Escalofríos


Justo cuando su mano rozó la mía,
se detuvo el tiempo. Y es que era
eso lo que llevaba toda esta vida
esperando: alguien que pudiese
frenar todos los relojes del mundo
sin decir ni una sola palabra. Por
esas hojas que se cayeron al igual
que nosotros y que hoy solo nos
traen escalofríos. Por ti. Por mí. Por
el "vete" que aún no asimilamos. Por
el tiempo cuando era nuestro. Por
el invierno. Pero sobre todo por la
morfina de tus besos.

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