Como echar raíces en el mismo suelo que dominan tus piernas.
Como romper el silencio entre tus veintiseis gemidos
o que te vayas y me dejes a medias -y sin medias-
Pero bailamos torpes como dos bailarines inexpertos,
viendo con los ojos cerrados
como te quedabas
al día siguiente
y para siempre
y toda la vida
sin que sonara el teléfono
y tuvieras que irte.
Nosotros que jamás nos hemos mirado y
en el peor invierno desde hace años
me sabes a mí.
Te deslizas por mí,
Y jugamos a ser humanos en esta habitación:
jugamos a ser humanos, pero se volvió todo gris.
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