sábado, 13 de diciembre de 2014

Reyes Magos

A mis hijos les diré que los Reyes Magos sí que existen, pero que no tienen que esperarles porque están dentro de ellos mismos. Les diré que no se lo cuenten a los demás niños porque todos querrán ser como ellos. Les dire que todos los niños creen que ellos son unos viejos barbudos que montan en camello. Les diré que si quieren que el resto de los niños tengan sus regalos en Navidad, tienen que lavarse los dientes, acostarse pronto y sonreír todos los días. Les diré que cada vez que ayudan a alguien, es un regalo que acumulan para entregar a algún niño. Y por último, les diré que esa noche tienen que irse a dormir muy temprano, porque el duendecillo que llevan dentro tiene que hacer muchas cosas. Así, aprenderemos que no es más feliz el que más tiene sino el que más es capaz de dar sin perder la ilusión.

3 comentarios:

TuLector dijo...

Bueno, lo primero felicitarte por el blog. Aunque sólo he leído algunas de las entradas más recientes, me está pareciendo bastante interesante.
Por otra parte, yo opino que no es tan malo que los más pequeños crean en los Reyes Magos. Creo que una de las mejores cosas de la infancia es que es ésta la única etapa en la que se puede vivir en una mentira bonita, en la más feliz de las ignorancias. Luego, cuando se va creciendo, a veces se desea ignorar algunas cosas desagradables, pero hay un problema: ya no se puede.
En cuanto al aspecto de la solidaridad, si bien teóricamente educar a los niños desde pequeños en la caridad sería un enorme éxito, en mi opinión se trata de una utopía. Si a un crío le dijeras lo que se propone en esta entrada, seguramente empezaría a llorar porque "él quiere sus regalos, como todos sus amigos". Y es que yo considero que el hombre es egoísta por naturaleza. Tiene que ser una vez que sean adultos cuando tomen la decisión de hacer "lo que hacen los demás" o "ir contra natura y pensar un poco en los demás". Si no, si no les dejaras a ellos decidir, estarías arriesgándote a que luego te odien por no haber cumplidos sus "deseos materiales" como todos los demás padres han hecho con sus amiguitos.
Para terminar, con "contra natura" me refería a que en la naturaleza, como atestigua al menos lo que yo sé de Biología, lo normal es que sobreviva el más fuerte, el más cualificado. Ahora bien, yo creo que el ser humano ha evolucionado lo suficiente como para dejar esto atrás, como para considerar un deber ayudar al más débil por el sólo hecho de ser una critaura semejante a él.
Saludos,
Tu lector

Unknown dijo...

Muchísimas gracias por tomarte tu tiempo en comentar y darme tu opinión.

LLevas toda la razón, pero también puede existir la posibilidad del niño que se cree un superhéroe y que lo entiende, y asume su responsabilidad: una especie de juego en el que no le importa no ganar porque sabe que ya ha ganado. Igualmente, siempre se le puede compensar: él es uno de los reyes. Hay más otros dos reyes escondidos por el mundo. Reyes que también le traerán sus regalos. "Niños especiales" con duendes en su corazón.

Es bonito no perder la esperanza, y pienso que alguien tiene que empezar a cambiar el mundo.

TuLector dijo...

Bueno, de nuevo vuelvo a darte las gracias por lo que escribes (esperando que no caigamos ambos en una espiral de agradecimiento mutuo :P). Supongo que, además de lo bien que está escrito, el sentirme identificado ha facilitado mucho mi interés. Por lo menos en mi caso, el no poder reflexionar de vez en cuando con alguien sobre algún tema serio (para evitar que me consideren una persona rara) y el hecho de que tenga a veces que actuar como alguien que no soy para tener un mínimo de aceptación por parte de los demás, hace que me sienta un poco "atrapado". El que exista un blog donde aparezcan problemas y preocupaciones parecidas a las mías (porque en todos los otros que he visto sólo se tratan temas que no tienen prácticamente nada que ver conmigo) hace que al menos pueda leer lo que otra persona piensa, en vez de tener que conformarme siempre sólo con hablar conmigo mismo.
Espero volver a leer algo pronto. Una vez más, saludos,
TuLector

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